"Rodeado de miles de personas pero te sientes solo. Hablas,
gritas, pero nadie te escucha, nadie siente tu presencia. Traicionado por
aquellos por los que en su momento distes todo y más.
La realidad se ha vuelto en tu contra. Deseas esperar algo
pero no lo obtienes, y en tu pecho comienza a abrirse un agujero que crece con
cada desilusión, con cada promesa incumplida, con cada palabra sin significado.
No ves nada a tu alrededor que te ayude a sobrellevarlo, que te haga sentir
mejor.
Todo es negro, no existen matices ni mucho menos colores
vivos que adornen este paisaje. Esas lágrimas de dolor que ruedan por tus
mejillas terminan convirtiéndose en una coraza que encierra tu corazón. ¿Para
qué seguir dando si nunca vas a recibir?
El problema comienza cuando no quieres dejarlo ir, cuando
aún sientes que hay esperanza, que pueda haber una nueva oportunidad, cuando
esperas que te sorprenda y la persona que en su momento te falló, vuelva a
tenderte la mano.
Uno recoge lo que siembra, o eso al menos es lo que dicen.
¿Y si ese momento no llega nunca?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario