jueves, 3 de enero de 2013

Un nuevo camino


"Caer, tropezar, llorar, gritar. ¿A quién no le ha pasado? Caer a la velocidad de la luz sin más protección que tu propio cuerpo. Tropezar una, dos, cientos y miles de veces con la misma piedra. Llorar para poder aflorar lo que tienes en tu pecho y así volver a respirar. Gritar de angustia, enfado, desesperación, impotencia.

El dolor se vuelve agudo, como espinas que perforan tu piel sin previo aviso. Las mismas que crean esas heridas que con el tiempo se convierten en cicatrices y dejan su marca para siempre. Heridas que han visto esos ojos de mirada fría y desconocida llenos de lágrimas que no pueden parar de salir.

Pero un día decides salir de ese mundo que te aprisiona, que no te permite ser quien realmente eres. Ese día decides emprender un nuevo camino, diferente, insólito. Vuelves a retomar tu vida, vuelves a ver el sol de la mañana, vuelves a salir de ese túnel en el que un día entraste.

Te miras al espejo y vuelves a ver reflejada en tu cara esa sonrisa que tanto tiempo llevaba oculta. Si, esa persona eres tú. Ahora te toca a ti dar la espalda a lo malo, mirar hacia delante y darte cuenta que aún queda mucho por recorrer. Este no es el final.

Toca el turno de levantarse, sonreír y ser feliz."

4 comentarios:

  1. Gran relato. Descibres mis estados de ánimo a la perfección!!!
    Emprendo un nuevo camino, y espero que lleno de bonitas sorpresas.

    BESOTES

    ResponderEliminar
  2. Que bonito el relato!
    La verdad que si, siempre nos toca caernos pero lo mejor es volverse a levantar y aprender algo nuevo de ello.

    Besazos!

    ResponderEliminar
  3. Preciosas palabras. Recientemente, una amiga mía a la que la vida (por no decir su marido) le ha dado un buen tortazo, ha hecho justamente lo que tú explicas, y ahora es más feliz que antes. Un beso !
    Por cierto, te he afiliado a mi blog, espero que te alegre saberlo !

    ResponderEliminar