"A punto de caer, de resbalar, de tropezar. Sintiendo fuertes
ráfagas de viento que azotan tu cara sin remordimiento. Apenas puedes abrir los
ojos, levantar las manos para sujetarte a algo o emitir un grito para que
alguien te socorra. Todo se convierte en un torbellino que no para, que te
envuelve, que te atrapa. Te falta el aire, tu pulso disminuye. No sabes qué
hacer.
El suave roce de una mano en tu hombro hace que desaparezcan
los miedos, las incertidumbres, el mal trago. Vuelves a respirar, ya no hay nada
que te atormente. Tus ojos se abren y por fin, tras mucho tiempo, ven la luz
del sol. Vuelven a tener color.
Esa mano que tantas veces te ha devuelto la esperanza, que
te ha recordado que merece la pena seguir luchando, vuelve a estar a tu
disposición. Las palabras se amontonan en tu mente y en tu boca pero sabes que
no son suficientes para describir la gratitud que muestra tu corazón.
Sonríes y te aferras a esa fuerza y voluntad. A veces
necesitamos de alguien que nos empuje, que nos de ese último suspiro, para
darnos cuenta de lo que somos capaces de hacer, de lo que valemos y de lo que
podemos demostrar.
Gracias por haber sido esa mano. Gracias por haberme dado
oxígeno para continuar respirando. Gracias por haberme dado un nuevo motivo
para seguir sonriendo."
"When the
skies are grey, I’ll light your way. I’ll be your shoulder, you can lean on me"
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